Fedor Dostoievski,
Los Hermanos Karamazov
En el mundo quechua-hablante utiliza el término qipa para designar espacialmente lo que está detrás, y, curiosamente, es usado también con referencias temporales; cuando hablan de sucesos los quechuas utilizan este término para indicar el futuro, lo que aún no ha sucedido: lo que será y es desconocido porque no se ve. Por otro lado, la trama del telar es también llamada qipa…
La relación que establecieron los quechua-hablantes entre tiempo y espacio son evidentes en los múltiples significados de ésta palabra: pudiendo entender al tiempo tanto como un entramado que envuelve, moldea y atraviesa el espacio e implícitamente cerrándolo en un círculo contrariamente a las creencias de la cultura occidental que usualmente lo asume como lineal – si qipa significa ´lo que está detrás´, el futuro entonces vendría a estar potencialmente a nuestras espaldas – al igualar lo que aún no ha sucedido con lo que espacialmente está detrás de nosotros y asumiendo que caminamos hacia delante, el futuro y el pasado se convertirían entonces en diferentes puntos en el círculo temporal... O se anulan (aún no se sabe a ciencia cierta qué es el tiempo; si es subjetivo o relativo o podría ser simplemente una ilusión).
La creencia en el tiempo cíclico es compartida por muchas culturas (como la hindú y la griega, por ejemplo) pero recientemente, la ´religión moderna´ por excelencia, la ciencia, ha abierto la puerta a la posibilidad – al menos teóricamente- a que realmente el tiempo se comporte circularmente: nuestro universo que está supuestamente en expansión podría llegar a contraerse nuevamente; cuánto más se alejara del “centro” de éste (es un decir ya que el universo en realidad no tendría centro), se acercaría más y más al punto formado por la unión de los ´vértices´ (es como tratar de imaginarse a un cubo deformado en una ´donut´ multidimensional). Nosotros, que sólo percibimos tres dimensiones, vemos las distancias en línea recta (puntos de fuga en perspectiva), cuando en realidad, estas se podrían estar curvando y se encontrarán cuando nosotros pensamos que están en su punto más lejano. Así, la materia otra vez reunida en el punto donde se unen los vértices, se acumulará otra vez, y se dará otro Big Bang, comenzando el tiempo de nuevo. O simplemente que llegue el momento en que la expansión del universo implique tanta fuerza gravitacional (aquí intervendría la misteriosa “materia oscura” que se dice ocupa la mayor parte del universo y nos es prácticamente invisible) que en cierto punto lo obligue a contraerse nuevamente generando un retroceso de todo lo avanzado así como del tiempo transcurrido…
Si bien habitamos en el espacio, somos habitados por el tiempo; mi intención en esta pieza llamada qipa era, por una parte, reconciliar éstas dos aproximaciones a la realidad: la concepción temporal andina con nuestra visión occidental del universo. Que tecnología y mito trabajen juntos para demostrar que toda estas aparentes contradicciones no son más que las dos caras de una misma moneda… Esta pieza cuenta tanto la historia de
Este cubo es nuestra habitación: transparente como el agua es iluminado gradualmente en sus diferentes niveles. Lo que fue bidimensional se convierte en tridimensional (incluyendo al tiempo ya hablaríamos de cuatro dimensiones) y esto está siendo recalcado en la “ilusión” de profundidad de dentro del cubo… Nuestra poca sensibilidad sensorial quizás sea lo único que se interponga a la comprensión de lo que nos rodea aunque es esta sensibilidad la que nos construye nuestro mundo: la línea recta que vemos en el horizonte no es más que una hilera de puntos de luz, entonces, lo que fue unidimensional se convierte en nuestras mentes en bidimensional al ser organizados los estímulos. Haciendo referencia a las creencias pre-modernas en los elementos este ser está atrapado en un cubo de líquido transparente, el agua (el vidrio es, en verdad, un líquido sobreenfriado); la proyección de luz “animada” es el fuego: luz y agua son la combinación que da la vida. Con el cubo puedo aludir también al mismo cuerpo y el agua al espacio (que puede estar tanto dentro de nosotros como fuera) y al ser transparente todo esta unido con todo, todo fluye al ritmo de un tiempo o sin él. El metal que lo rodea y que lo encapsula es a su vez lo que lo protege y lo aprisiona: no hay libertades verdaderas en este universo escrito: todos seguimos las reglas la física ha demarcado… ¿Es que existiría un destino predeterminado como los griegos creían?
1 comentario:
ESTE TRABAJO TAMBIEN SE PUEDE RELACIONAR CON LA ESPERANZA, ES DECIR, CON UN CONSTANTE REINICIAR-TE,CON UN CONSTANTE REHACER-TE,CON UN CONTINUO RENACER, CON LA NO MUERTE....INTERESANTE....
Publicar un comentario